
Pero, aunque no sepamos como referirnos a ella, sí la podemos escuchar para atisbar hacia qué dirección se dirigirán los neoyorquinos en su próximo disco. Es una pieza musical muy simple más cercana al pop que al rock. La base rítmica prácticamente se sustenta a golpes de bombo, y los acordes son bastante sencillos también. Ezra Koenig desafina en alguna parte que otra, pero es normal teniendo en cuenta que es una de las nuevas canciones y el grupo no las tendrá tan ensayadas.
A falta de escuchar la versión de estudio, podríamos decir que esta canción tiene un claro aire de single y que puede funcionar muy bien en las radios. Las estrofas tienen una línea vocal pegadiza que desemboca en un estribillo eficaz que, aunque pierde algo de fuerza, dan como resultado un buen corte.
Como siempre en estos casos, es el público el que tiene que juzgar. Por el momento, el grupo parece que va a tomarse un descanso de los escenarios a partir del próximo día 15, fecha en la que ofrecerán su último concierto programado. A partir de entonces, tal vez se centren en el nuevo álbum. Estaremos atentos en las semanas venideras ante cualquier novedad sobre la nueva placa.
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