31 minutos se consagran como estrellas de rock

Foto: Sergio Piña/Terra

Con una escenografía que recordaba esos grandes conciertos de los años 70, los títeres de 31 minutossacaron la voz de chicos e hicieron saltar a grandes, en su primer show a tablero vuelto en Santiago.

Pasaban de cuatro de la tarde con 35 minutos y muchos, muchos niños mostraban sus propias marionetas de ‘Tulio Triviño’, ‘Juanin’, ‘Bodoque’ y varios otros personajes de 31 minutos. Esta tarde, el Movistar Arena suyo y por la misma razón, todas las locaciones habilitadas en el recinto estaban ocupadas por ello, sus padres y varios adolescentes que crecieron junto a los personajes de tela.
Una proyección presagiaba que la pandilla de títeres más famosos de Chile estaba a punto de subir al escenario, con una voz que anunciaba que “nunca el Mundo conoció una gira más mundial” que esta.
La canción “Ratoncitos” –al igual que en su presentación en Lollapalooza – desató los gritos de miles de fanáticos que llenaban de flashes el aire, apuntando hacia Tulio Triviño y compañía. Le siguió “Diente Blanco” y la presentación formal del “conductor de noticias” por parte de Juanin.
De ahí en adelante, canciones como “Mi muñeca me habló”, “Doggy Style”, “Rin Raja” y la coreada “Me cortaron más el pelo”, estuvieron acompañadas constantemente de diálogos entre los personajes principales y el chascón y pelirrojo ‘Guaripolo’, disfrazado de policía, que constantemente amenazaba con terminar el espectáculo.
El humor estuvo siempre presente, con mensajes visuales para chicos y  otros un poco más ‘subliminales’ para los grandes, como el discurso que dio el súper héroe de 31 minutos, ‘Calcetín con rombos man’ diciendo que “Todo niño tiene derecho a disfrutar de un show al aire libre, sin que los molesten los policías”.
Así, la fiesta armada con los personajes creados por Pedro Peirano y Álvaro Díaz, continuó al ritmo de “Devuélvame el balón”, “Tangananica, tangananá”, “Baila sin Cesar” y “Yo Opino”, entre otras, interpretadas por los propios creativos, junto con los músicos Pedropiedra, Felipe y Pablo Ilabaca, Camilo Salinas e invitados.
Poco antes de terminar, la euforia de niños, que a esa altura ya no estaban en sus sillas, los hizo saltar por los pasillos con los acordes de “Equilibrio Espiritual”, la “Canción mala” y el tema central de 31 minutos, “Yo nunca vi televisión”, adornado por papeles picados que volaban en todas direcciones.
Había pasado casi una hora y media de show, cuando músico y marionetas bajaron del escenario por primera vez, solo para regresar con las pegotes y bailables “Lala” y “Boing”. Una segunda despedida en falso sirvió para que el ‘Dinosaurio Anacleto’ hiciera su entrada triunfal, vitoreado por fanáticos que le dedicaban carteles como “Anacleto, no estás solo”.
Después de su canción, todo el elenco tras los títeres e instrumentos, posó sobre el escenario, ante el aplauso de cerrado de un público que se entretuvo en todo momento.
Mención adicional al bello escenario (diseñado por Cristián Mayorga), que tardó cerca de un mes en ser construido e incluía enormes amplificadores, parlantes titánicos, escaleras y pantallas gigantes. Ciertamente, Tulio Triviño, Juanín y compañía, son todas unas estrellas del rock. 

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